jueves, 19 de febrero de 2009

Cronica Paralela II - Crónica de un Samurai

Siempre creemos que la vida pasa lentamente, sobre todo cuando vivimos en una gran ciudad; Mi nombre es Víctor, tengo 19 años, no trabajo, no estudio, solo vivo de lo que hago… No porque no quiera hacerlo, sino porque no debo hacerlo.

Muchos me llamarían demente, otros simplemente se burlarían y muchos se alejarían sin decir una palabra; soy un Samurai, no de aquellos que vivían en el antiguo Japón (de los cuales se muy poco), sino uno moderno, pero, como ya lo había dicho, la gente se apartaría si lo comentara, además tengo que mantenerlo en secreto.

Aclaro que no es una profesión, ni un trabajo, es simplemente algo que me nace hacerlo y para lo cual me he preparado toda mi vida; Pertenezco a la CIA, soy un “agente especial” (nadie me reconoce de esa manera, es más incluso muchos dentro del departamento desconocen de mi existencia), me consideran un arma letal, un aliado inmejorable, alguien a quien solo se le encargan cosas especiales (generalmente aburridas). La mayor parte mí tiempo me la paso solo en mi hogar, vivo a las afueras de Queens, en un barrio duro, así que prefiero no meterme con nadie.

Hace poco pensaba condenarme (como ya lo hacían muchos de mis “antepasados”) a la soledad, pero mi vida cambió en mi última “pequeña misión”…

-Hola, habla Víctor-

-Hola, lo llamamos del departamento de asuntos confidenciales, necesitamos verlo en los cuarteles lo más pronto posible-

-¿No puede simplemente decirme la misión por teléfono?-

-No hable, no diga nada, es peligroso… Preséntese de inmediato-

No me opuse pues su punto de vista estaba correcto. Tomé mi chaqueta de cuero negro, mi cuerpo es delgado así que tiendo a tener mucho frío, sobre todo en esta época de otoño. Me miro al espejo –Debo de haber dormido muy poco- Me digo notando unas pequeñas ojeras bajo mis ojos de tono marrón, acomodo mi cabello, he pensado muchas veces cambiar su color natural (negro) pero no me doy tiempo para acomodar mis ideas, salgo de inmediato.

Muchos pensarían que al ser samurai, debería escalar árboles, correr a gran velocidad y hacer una serie de cosas que cualquiera pensarían que son imposibles, en parte puedo hacerlo, pero casi siempre la realidad se llega a mezclar con mucha fantasía.

Espero a que arribe el autobús, al subirme miro por la ventana…

-Ha pasado un año desde la última, ¿Eh?- Me digo mientras las hojas color naranja oscuro se desprenden de las ramas de los árboles los cuales paso a gran velocidad. –El cuartel, debe haber cambiado, me pregunto si aún seguirán todos a quienes recuerdo-

El viaje fue cansado y duró más tiempo del que recordaba, llegué a la gran manzana y me sorprendió como siempre su amplia y extensa avenida principal, no tenía tiempo de admirar su belleza, tan solo me limité a seguir el camino rutinario a través de aquellos extensos callejones, alejados de la zona turística.

-Al fin- Dije mientras admiraba un edificio el cual parecía abandonado, en aquella zona no tan transitada de la gran manzana…

-¿Ya no hay cabina?- Dije incrédulo, sabía que ahora hay otro método para entrar, me lo había comentado en persona el director y sé que a esta fecha ya debe estar implementado. Entro, su interior tan solitario como siempre, pero, una puerta de madera parecía estar arrimada en una esquina. Me acerqué la abrí y me quedé atónito… -Jamás pensé que en realidad la harían de este modo- Me dije mientras analizaba la perilla… -Detector de huellas, muy ingenioso- Entré en lo que parecía ser un pequeño corredor el cual conducía a un ascensor, bajé varios metros hacia el subsuelo…

La puerta se abrió y como sacado de una película de ciencia ficción, muchas personas se movían ajetreadas, llevando y trayendo papeles; el piso, las paredes, todo estaba hecho de metal, o más bien de alguna aleación del mismo…

-Víctor, ven por aquí…- Un hombre barbudo y rechoncho me hizo de la mano, es el director, Jeremías Fisher…

-¿Cuál es la urgencia?-

-Verás, te tenemos que encargar una misión de grado omega- Es así como las llaman, son misiones que no se pueden fallar.

-¿Pensé que eso solo se lo dejaba a sus “mejores hombres”-

-No te burles, tu sabes que normalmente es así, pero ahora en realidad correríamos un gran peligro si no se llegara a completar, o incluso a fallar-

-Usted sabe que mi lealtad es entera a la organización, no me queda más remedio que aceptar; Dígame, cuales son los detalles-

-Tendrás que rescatar a un novato-

-¡¿Qué?!- Mi grito estremeció a todos –Rescatar a un novato, ¿Qué tiene eso de importante?-

-Al parecer nada- Dijo Jeremías mientras se acomodaba sus lentes los cuales pesaban como un ancla en su nariz –En realidad el no es el objeto de la misión, verás, al principio creímos que con los planos de operación de la organización terrorista “Fiend Gate” y sus “peces gordos” fuera de juego, no corríamos riesgo de recibir algún ataque, además, fuiste tú mismo quien acabó con los cuatro líderes de aquella banda criminal. Nos confiamos demasiado creyendo que al fin la logramos desintegrar… Pero hace pocos días su inteligencia actuó de una manera muy despiadada; Habían logrado meter un espía en nuestra organización y que este tomará sus antiguos planos de operaciones y los camuflara como papeles diarios los cuales serían llevados por un miembro de un bajo rango en una típica misión zero- Es el rango que le dan a las misiones que solo se llaman así para parecer importantes –Es por eso que se la asignamos a Christopher, uno de nuestros más prometedores novatos, los terroristas lo interceptaron y secuestraron, además, no solo han tomado de regreso su plan de operaciones, sino que también han logrado violar nuestros sistemas llevándose varios documentos clasificados e inactivando nuestro sistema de rastreo. Creemos que preparan un plan de destrucción a gran escala como reprimenda y sabemos que ahora se encuentran en un país sudamericano, se llama Ecuador, nadie sospechará de su presencia, es por eso que debes ir en este instante-

-Al parecer esta vez estamos en serios aprietos; está bien, partiré ahora mismo-

-Todo está arreglado, que tengas un buen viaje…-

-Creo que será divertido, hace mucho tiempo que no tengo nada bueno que hacer…-

-Por cierto, tienes apenas 24 horas, a partir de las 22:00 hora en que tomarás el avión, llegarás a Guayaquil, Ecuador, a las 01:00; ellos se están escondiendo en esa ciudad, atrápalos lo más pronto…-

Salí corriendo, son las 12:00, de seguro tendré tiempo de dormir en el viaje, ya puedo sentir la adrenalina…

01:00

Acabo de llegar, se que fue una ironía, pero en el avión vi parte de una película Japonesa, donde los samuráis eran sus protagonistas… Me sorprendió la imaginación de aquellos quienes la escribieron y recordé mucho acerca de mi entrenamiento…

Jo Chian era mi sensei y un samurai retirado, me enseñó acerca de las técnicas que se deben de utilizar, el ser siempre silencioso, el desaparecer, el no dejar rastro y sobre todo, la más importante, el morir por la misión si es necesario.

Sacudí mi cabeza –Apenas 24 horas- Me dije, dormí poco, pero estoy seguro que en una ciudad pequeña (no se la puede comparar con Nueva York) las cosas se simplificaran y pronto estaré de regreso, triunfante como siempre…

Se hablar varios idiomas, es parte de ser agente, así que tomé un diario y me informé de los acontecimientos, uno me llamó la atención.

-Presidente no da explicaciones en su visita a la ciudad. El dignatario dijo que visitaría a unos colegas, se lo vio entrando al hotel Ramazón, la gerencia no dejó ingresar cámaras ni a ningún medio de prensa; Mucho se especula acerca de la extraña visita-

Para mí es común que presidentes se envolviesen en la política apoyados por terroristas, fueron casos similares los de Venezuela y Bolivia, donde ya he tenido que cumplir varias misiones.

Salí corriendo a tomar el primer taxi que encontré… -Al hotel Ramazón- Dije rápidamente.

02:00

Son las dos de la mañana y sigo buscando señales, sé que están aquí, hace poco pude ver a dos de sus más conocidos matones… Admiro un poco la belleza de esta ciudad y gracias a ello me doy cuenta de algo interesante, el uno de los salones de aquel hotel, en la parte superior, se está celebrando un banquete; en la habitación de al lado hay una habitación, tiene tres ventanas, la primera y tercera están encendidas, la segunda no, sospecho que ahí tiene que estar el novato… Tendré que averiguarlo.

Tomo mi pequeña maleta y de ella saco ciertos implementos clásicos: una bolsa con varios shurikens, y tres piezas de una pequeña daga… Las guardo en un lugar seguro y me dispongo a hospedarme en el hotel…

El registro fue rápido y cómodo; Pedí una habitación con vista al río, sé que la mayoría de ellas están ocupadas, pero una está libre y lo suficientemente cerca de donde quiero llegar.

Subí las escaleras y analicé a cada una de las personas, todos se veían normales, cuando llegué a mi piso correspondiente (uno debajo de mi verdadero destino) intenté subir, pero dos grandulones bloqueaban la escaleras.

-¿Donde va?- Me preguntó uno intimidante, puedo con ellos con ambas manos atadas, pero hay que ser cuidadoso… - Excusez-moi Monsieur- Dije fingiendo ser francés –Le chambre 308?- Me señalo mi pasillo a la izquierda… -Merci- Dije mientras retrocedía… -Será difícil pasar desapercibido-

05:00

He diseñado el plan perfecto y estoy a punto de ejecutarlo, se que ya no hay nadie en la fiesta, la música ha cesado, los gorilas aún custodian la escalera. Poco a poco abro la puerta, -tendré que noquearlos- Con total sigilo me acerco a la escaleras… -No están- Subo lentamente, pero no encuentro a nadie, -¿me habré equivocado?- Pienso, tengo que llegar hasta la última consecuencia, la puerta está abierta, soy muy sigiloso…

Al ingresar a la habitación sabía que todo andaba mal, tengo que ponerme en guardia… De espaldas, amordazado, estaba el chico novato, Christopher. Me puse frente a él, no podía creerlo, era hermoso, me quedé impactado, en las nubes, su cabello color castaño oscuro, su tez blanca, su cuerpo definido y atractivo, todo en él me hipnotizo, pero, sus ojos me alertaban… Todo cambió, los gorilas me sujetaban y un chico, aparentemente de mi edad, apareció…

-Mi nombre es Vance y soy el sucesor de la Fiend Gate- Me dijo mientras apuntaba un arma hacia la cabeza de aquel chico que me había impactado tanto. Este será un lindo mensaje para la CIA, aléjense…

Escuchaba claramente el chasquido del arma a punto de ser disparada, no sé que me sucedió, en cualquier caso hubiera dejado que muera para aprovecharme de la debilidad del momento, matar a todos y llevarme los papeles mucho más rápido de lo que pensé, pero no fue así, en tan solo dos segundo había matado a los tipos que me sujetaban, había logrado aplicar todos mis conocimientos en artes marciales y amenazado de muerte a Vance…

-Grave error- Me dijo mientras dejaba volar su arma y me mostraba todos sus conocimientos en pelea… Sujetó mis manos en una dolorosa llave…

-La pagarás- Me dijo, pero en ese instante cayó noqueado…

-El no es Vance- Dijo Christopher levantándose –Los papeles están con el verdadero-

-Tenemos que salir de aquí, alguien puede verte-

-¿Verme? Yo no soy la misión, son aquellos papeles-

No quería discutir, lo tomé del antebrazo y lo llevé a mi habitación muy rápido…

-Retornaremos a Estados Unidos ahora-

-¿Estás loco? Nuestra misión debe de ser cumplida-

-Tu misión era solo el entregar papeles-

-No, eso era antes, mi misión ahora es proteger a mi nación-

-¿Acaso no te importa tu vida?-

-A un samurai jamás le importa- Entonces lo entendí, aquellas palabras abrieron mis ojos, mi gusto repentino por aquel chico había hecho que me alejara de mi misión…

-Lo siento- Dije –No sé en que estaba pensando, tenemos que encontrar esos papeles-

-Solo hay un lugar-

-¿Dónde?-

-Están escondidos en una zona marginal muy al sur de la ciudad, se llama Prosperina-

-Como llegamos ahí-

-Nos tomará apenas 45 minutos, pero yo necesito algún arma-

11:00

Pensamos mucho el plan, pero aún así no lo recuerdo, su cara me lleva a otro mundo, necesito concentrarme…

-De acuerdo- Me dijo despertándome de mi trance…

-¿Puedes repetir lo último?-

-Entramos, matamos y tomamos los documentos, regresamos al aeropuerto, tomamos el avión y volvemos a Estados Unidos-

-¿Puedo decirte algo?- Dije casi mecánicamente…

-Claro…-

-Yo…- Mis palabras se trabaron, era lo más difícil que había hecho en mi vida.

-¿Olvidaste de nuevo el plan?- Dijo al ver mi cara apenada…

-Si- Mentí.

-¿Cómo es posible que un samurai de alto nivel olvide su plan?- Volvió a explicarlo, yo lo tenía claro, es solo que necesitaba escucharlo bien una vez más, su cálida voz me tranquilizaba.

19:00

Esperamos la noche, faltaban apenas 3 horas para completar la misión, salimos en busca de un carro, notamos uno potente en el garaje del hotel, hemos decidido robarlo.

20:45

Nos pasábamos las luces rojas, estábamos seguros que varios policías nos seguían, pero no nos importaba, somos samuráis…

Llegamos a una zona en la cual no existía asfalto, la pobreza era palpable y el notar un auto de lujo nos delataría…

-Dejémoslo aquí y vayamos a pié- Dije mientras caminábamos, notamos que las calles lucían desoladas…

-Es raro, por alguna razón esta calle debería de haber personas, incluso aquellas de las que la gente se esconde-

-Es una trampa- dije, pero era muy tarde… Balas venían de todas las direcciones, nos fue fácil esquivarlas.

-Así que estos son los famosos samuráis- Dijo un joven alto, atractivo, no mostraba más de 17 años…

-Así es, ¿Quién eres tú?-

-Me ofenden- Dijo mirándome con sus ojos oscuros, los cuales brillaban con la intensa luna…

-Es Vance- Me dijo Christopher…

-Correcto- Se burló –Ahora, serán mis víctimas…- De la nada brincó sobre nosotros…

-Te recuerdo- Dije en mi mente, Vance Laçoies, Francés radicado en Estados Unidos, yo era su sensei cuando el apenas tenía 7 años, era una promesa para los Samuráis, pero desapareció…

Sus golpes eran intensos, de alguna manera logramos zafarnos y huir para buscar la casa correcta, el se nos lanzaba a cada oportunidad, pero logré noquearlo en un pequeño descuido.

-Busquemos los papeles- Me dijo Christopher, nuevamente estoy hipnotizado.

21:30

Hemos encontrado los papeles, pero Vance de alguna manera se ha recuperado, yo no puedo con su técnica, es mucho más agresiva… Tomamos el vehículo, nuestro único medio de escape es el avión.

Vance nos persigue y dispara, las personas en la calle mueren con la oleada oscura a su paso, nosotros no nos podemos lamentar, yo no me puedo lamentar, no mientras viva el ser que más he amado…

21:55

-En cinco minutos parte el avión, estaremos a salvo…- Dije…

-No, no mientras viva Vance-

-No me importa Vance mientras vivas tú-

-¿Qué quieres decir?- Por primera vez en mi vida mi corazón latía a mil…

Christopher frenó de una manera increíble, logramos bajarnos del carro justo en el hangar… El avión estaba a punto de partir, justo a las 22:00, 24 horas después de que todo haya comenzado.

-No se irán…- Vance estaba bloqueando el camino… -No más juegos…- Sacó un arma y disparó hacia Christopher, saqué una shuriken de mi pequeño bolso y la lancé hacia él… La bala penetró mi pecho…

-¡¿Por qué?!- Se quejaba Christopher mientras caía de rodillas frente a mí…

-Porque mi sueño se ha hecho realidad-

-Estas delirando- Decía entre lágrimas, seguro de penas…

-No, mi sensei una vez me dijo que morir era necesario, sobre todo si era para cumplir mi misión… Sé que te conozco poco, pero, desde que te vi mi misión cambió, solo quería que tú vivieras. Te Am…

En ese instante mis ojos se cerraron en el sueño eterno, nunca pudiendo terminar la frase, dejando atrás a mi primer amor, el amor imposible.

FIN.

Mi perfil

Mi foto
Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla... Soy el yo que nunca quise ser :D